BUENOS AIRES.- Hay imágenes y momentos que quedarán grabados en la memoria por la importancia del hecho. Uno de ellos, para los futboleros, será el inolvidable cruce de Javier Mascherano en el Mundial de Brasil que terminó evitando el gol del holandés Arjen Robben.
Pero el que tampoco lo puede olvidar es el propio delantero del equipo naranja, quien después de mucho tiempo se volvió a lamentar al referirse a aquella acción de juego. “Perdí algo de velocidad y luego él consiguió despejar con el dedo gordo del pie. Ganar o perder un partido a veces es cuestión de centímetros”, explicó.
Mientras que para cerrar, quitándole mérito al gran cierre del “Jefecito” y haciéndose responsable de su mala acción, el delantero estrella del Bayern Münich, afirmó: “Pero no me puedo culpar, lo hice lo mejor que pude y ahí no podría haber hecho nada distinto”.